El conflicto armado en Colombia ha generado una crisis humanitaria derivada de graves violaciones de derechos humanos e infracciones al derecho humanitario.
En medio del conflicto armado interno, de la desigualdad y el empobrecimiento estructural, comunidades locales construyen iniciativas de protección no violenta, de afirmación integral de sus derechos a la memoria, a la verdad, a la justicia y a la repación integral.
Las comunidades de vida y trabajo la Balsita, los consejos menores de Curvaradó y Jiguamiandó asociados en zonas humanitarias y zonas de biodiversidad, las familias de los consejos menores de Cacarica asociados en Cavida y el resguardo indígena Join Pobuur en Cacarica evidencias la esperanza que se construye desde y a pesar de la violencia, presentan alternativas de paz y de justicia con el arraigo y la reconstrucción de la democracia, en medio de la crisis ambiental, energética y alimentaria.
Dirección: Mónica Barrera
Producción:Comisión Intereclesial de Justicia y Paz
Con el apoyo de: Unión Europea y Christian Aid