¿Por qué cada vez las jóvenes alcanzan antes la pubertad? ¿Y por qué no cesa de aumentar el número de casos de ataques al corazón, cáncer o diabetes? Gracias al epigenoma (un proyecto que va más allá del genoma) los científicos tienen ya evidencias de los cambios químicos que ocurren en la cadena de ADN y los mecanismos que activan o desactivan a los genes. Más concretamente, se ha descubierto que ciertos alimentos pueden llegar a modificar nuestro material genético para siempre. De hecho, un hospital en Holanda guarda archivos que prueban que decenas de embarazadas que consiguieron sobrevivir al hambre y la guerra de 1944, tuvieron hijos que a muy temprana edad enfermaron de cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Todo apunta a que el hambre reprogramó los genes de las jóvenes madres y esto fue transmitido a sus hijos. En este documental de Odisea profundizaremos en uno de los descubrimientos más importantes en el campo de la evolución: cómo ciertas sustancias pueden modificar nuestros genes y cuáles de ellas resultan malignas para nuestro organismo.