Once días después del terremoto, de una de las mayores tragedias de Latinoamérica, -y no sólo por el número de muertos y de damnificados-, todavía se amontonan los cadáveres pendientes de recibir sepultura. A estas alturas, las posibilidades de encontrar supervivientes son, desgraciadamente, nulas. En Haití, -según el relato del equipo de Informe Semanal desplazado a la zona-, crecen los problemas pese a la aparente falsa normalidad de Puerto Príncipe, la capital. Las cajas de ayuda humanitaria se apilan ordenadamente, pero no llegan a su destino con la celeridad deseada debido, sobre todo, a los problemas de distribución. Las organizaciones gubernamentales y muchos países se han volcado con Haití pero todos los expertos reconocen que la reconstrucción requerirá de acciones a largo plazo, mucho más allá de las ayudas motivadas por el impacto de la tragedia. 23/01/10.