El viaje por Irán atraviesa la frontera de un país que solo conocemos por las noticias políticas de los periódicos y adquiere en los oídos resonancias del pasado glorioso de Persia.
Desde el mar Caspio hasta el laberinto de barro de la ciudad de Bam y desde Persépolis a Isfahan, el país ofrece al viajero un territorio insólito y desconocido cuyas imágenes dan la sensación de ser vistas por primera vez.