La tierra más occidental de Europa es una isla verde, en la que los celtas dejaron su impronta milenaria. La variedad de paisajes, los bosques llenos de leyendas y la riqueza patrimonial logran que el viajero perciba a Irlanda como un país más extenso y más poblado y que sigue siendo la patria de 80 millones de irlandeses esparcidos por todo el mundo.