Jacques Lacan procuró reorientar el psicoanálisis en dirección a la obra original de Freud, ya que consideraba que el psicoanálisis post-freudiano se había desviado cayendo en una lógica en algunas ocasiones biologicista u objetivadora del sujeto. Acusó a muchísimos de los psicoanalistas coetáneos por haber distorsionado y parcializado la teoría de Freud. Incorporó aparte a nivel teórico nociones de origen lingüístico, filosófico y topológico que lo llevaron a redefinir muchísimos de los más importantes términos del léxico psicoanalítico y, por ejemplo, a formular la tesis: El inconsciente está estructurado ‘como’ un lenguaje.
Definitivamente, Jacques Lacan, reinterpretó y amplió la práctica psicoanalítica. Y esta fabulosa aventura interrogativa y propositiva, resulta en este momento una invitación a mantener una permanente actitud crítica frente al conocimiento psicoanalítico y su contexto socio-histórico y divulgativo de desenvolvimiento. Un desafío para nada menor ya que nuevas subjetividades se recrean en estos nuevos tiempos, donde nuevas lógicas socio-vinculares se imponen, mientras que que otras mutan o se subvierten, se rebelan o resisten. Entonces, el psicoanálisis, ese conocimiento que nos permite escudriñar los matices del alma humana, que ahonda en la sustancia histórica del sujeto ¿No debe acaso repensarse ante la sustancia histórica de la sociedad en la que este mismo sujeto goza, sufre y ama?
Como expresa Luis Hornstein “El psicoanálisis está en crisis. Una práctica innovadora ha sido rebajada a una técnica estereotipada, petrificada, sin sitio para la creación. Se advierten signos de agotamiento de su discurso, que intenta preservar un monolitismo que ya no existe, al arrastrar el peso muerto de los análisis “ortodoxos”, con su técnica esclerosada. La ortodoxia borra el espacio para la imaginación, pontifica que el pasado determina absolutamente el presente, ritualiza la diversidad. Lo novedoso ha de hacerse un espacio en una tradición que privilegia lo instituido.¿Cómo construir un psicoanálisis contemporáneo, abierto a los intercambios con otras disciplinas y al desafío que impone cada coyuntura sociocultural, sin por esta razón perder especificidad ni rigor? ¿Cómo generar un pensamiento teórico que, siempre y en todo momento anclado en la clínica, sea capaz de desafiar los dogmatismos y las falsas seguridades?”
Este documental nos invita a reflexionar sobre el conocimiento del psicoanálisis y las interrogaciones de Luis Hornstein, nutrirán quizá nuevas elucidaciones para tener en cuenta y re-pensar la praxis, este acto enigmático, donde las subjetividades se entregan al inconmensurable tembladeral de la existencia.