El pueblo Awajún habita la Selva Amazónica desde tiempos ancestrales en una relación de respeto y armonía con la naturaleza. Este equilibrio ecológico está hoy amenazado por el creciente interés del Gobierno Peruano y empresas nacionales e internacionales por la explotación indiscriminada de los recursos minerales, madereros y petrolíferos que allí se encuentran.