Boston, en Massachusets, es la ciuad más antigua de los Estados Unidos y se encuentra ahogada por las carreteras y congestionada por el tráfico. Una gran autopista que padece atascos y retenciones constantes atraviesa el centro urbano. Pero ¿y si fuera posible sustituir este caos circulatorio por parques públicos desviando el tráfico hacia el subsuelo, construyendo autopistas a gran escala sin perturbar ni paralizar la ciudad? Aunque parezca imposible esta proeza de la ingeniería moderna ya está tranformando el paisaje de Boston.