Desde que los turcos tomaron Constantinopla en 1453, toda Europa estaba amenazada por el Islam. En el Mediterráneo oriental eran frecuentes los ataques de los corsarios otomanos a importantes asentamientos europeos principalmente en África y Asia menor. El comercio peligraba y la fé católica y la cruz podía sucumbir ante la media luna y el Islamismo.
El sultán Selim II, inició en 1570 la conquista de Chipre y la tomó pasando por cuchillo a toda la guarnición. Los supervivientes venecianos piden ayuda urgentemente a las potencias cristianas y sólo el Papa Pío V les responde. Éste a su vez convence al rey de España Felipe II para que también ayude, formándose entonces la Liga Santa o Liga Cristiana, formada por España, Venecia y los Estados Pontificios, quienes armaron una formidable escuadra para combatir a los turcos y frenar su expansionismo por el mediterráneo oriental. Las mayores escuadras de su tiempo, la cristiana y la musulmana, se enfrentaron en las aguas de la ciudad griega de Lepanto, en el actual estrecho de Corinto, el 7 de octubre de 1571.
Muchos exploradores, incluido Jacques Cousteau, han buscado en vano los restos de la batalla que mantuvieron seiscientos barcos con más de doscientos cincuenta mil hombres a bordo. Ahora un equipo de arqueólogos submarinos han hallado una evidencia sensacional…