A las afueras de Berlín, hay restos de una superciudad que planeó Adolf Hitler. Olvidada y abandonada, es todo lo que queda de su intento por crear una nueva capital mundial. El objetivo de Hitler era construir una nueva Alemania basada en la ideología nazi que pudiera equipararse a las antiguas Grecia y Roma, y la nueva ciudad sería el escaparate del proyecto. Su plan era construir edificios más grandes y mejores que cualquiera que hubiese existido antes: un estadio con cabida para 405.000 personas para albergar los Juegos Olímpicos, una sala abovedada más alta que la Torre Eiffel, y un sinfín de monumentos colosales. Tras seis décadas de investigación, mediante el uso de nuevas tecnologías infográficas, es posible recrear la ciudad que Hitler había soñado para su pueblo.