En el valle de Boí el ingente número de iglesias románicas, muy influidas por las fórmulas lombardas, destacan por sus altas torres-campanario y, sobre todo, por las pinturas murales conservadas en el Museo Naciónal de Arte Románico de Cataluña: San Clemente y Santa María de Taüll y Sant Joan de Boí. El románico de Arán, mucho más transformado, conserva numerosas iglesias en un paisaje de montañas extraordinario: Artiés, Bassòst, Escunhau, Salardú… etc.