El actual circuito de NASCAR tiene sus orígenes en la Ley Seca. En aquella época se utilizaba una gran variedad de vehículos para transportar el alcohol ilegal. Para escapar de los federales, los que se dedicaban al negocio del contrabando empezaron a modificar los coches, de forma que pudieran cargar con grandes cantidades de mercancía y corrieran muy deprisa al mismo tiempo. Los mejores coches de Detroit fueron mejorados hasta límites increíbles. Más tarde, empezaron a celebrarse carreras los domingos por la tarde, para que los conductores demostraran sus habilidades. Todo ello dio lugar a una nueva clase de automóviles que, a su vez, abrió paso a las carreras de coches de serie y, finalmente, al nacimiento de NASCAR, la organización de competiciones de coches de serie más grande del mundo.
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