El filósofo de la Edad Media Santo Tomás de Aquino decía que los que cometían el pecado de la envidia “disfrutaban con la desgracia de otros”. El escritor italiano Dante caracterizaba al envidioso como “el pecador que tenía los ojos cosidos y cerrados porque disfrutaba contemplando el infortunio de otros”. El pecado de la envidia ha llevado al asesinato, la revolución e incluso a la caída de imperios. Aún en el mundo de hoy en día, saturado de imágenes, ¿ha pasado este pecado de ser un vicio a convertirse en una virtud?