Corría noviembre de 1989 y caía el Muro de Berlín. Dos años después, los ciudadanos derribaban las estatuas de Lenin y el gesto confirmó la desintegración de la Unión Soviética. Dos años fatídicos para un debilitado Mijaíl Gorbachov, Secretario General del PCUS desde 1985, que se había empeñado en instaurar reformas arriesgadas y radicales, de consecuencias nefastas para la U.R.S.S..