La isla de Mauricio ofrece un viaje que une el exotismo de sus paisajes y sus gentes, con el descanso, el deporte y el mar. El universo verde de Mauricio se instala en la mirada del viajero nada más aterrizar en la lejana isla del Indico. Las montañas, unas veces suaves y redondeadas y otras escarpadas y abruptas, descienden hasta el mar cobijando playas, plantaciones de té y casas coloniales, jardínes botánicos de flores desconocidas y frutos exóticos, sobre todo, una población que llegó aquí desde diferentes lugares del mundo y hoy ofrece el espectáculo de su convivencia en armonía.