Llega la primavera al Misisipi, y con ella un deshielo que provoca una crecida de proporciones épicas. Para los peces, la crecida es una bendición que nutre las orillas con tierra rica y permite un fácil acceso a las zonas de cría.
Llega la primavera al Misisipi, y con ella un deshielo que provoca una crecida de proporciones épicas. Para los peces, la crecida es una bendición que nutre las orillas con tierra rica y permite un fácil acceso a las zonas de cría.