La cúspide del Imperio Romano fue testigo de un poder y una civilización incomparables pero, al mismo tiempo, de corrupción, crueldad y depravación a una escala sin igual. Los emperadores, desde Augusto a Tiberio y Nerón, construyeron el mayor imperio que el mundo haya conocido, mientras gobernaban sobre un estilo de vida plagado de violencia y excesos. La búsqueda de mejores alimentos, villas más grandes, baños más lujosos y entretenimientos más emocionantes fue lo que provocó el avance de la civilización romana. Los romanos tenían dos obsesiones: el sexo y la muerte. Hoy en día, los excesos sexuales se equiparan con la decadencia moral. Sin embargo, la moral sexual en la época romana era simplemente una demostración, en la práctica, del dominio y el poder que ostentaba Roma. En este documental tendremos la oportunidad de visitar los yacimientos arqueológicos de la antigua Roma, hablar con importantes historiadores y, gracias a magníficas reconstrucciones, comprobar cómo la grandiosidad y la maldad a menudo van de la mano.