El genoma humano completo es una estructura extraordinariamente compleja, en el que cada gen, no se relaciona con el resto de genes, ni con otros organismos, en términos simples de causa-efecto, sino en base a sinergias, retroalimentaciones e interacciones tales que pueden hacer imprevisible e incontrolable el funcionamiento de una cadena genéticamente modificada. En este sentido, el respeto al Principio de Precaución, debería ser una premisa incuestionable, para las empresas y los gobiernos que avalan y defienden, la liberación al medio ambiente de los productos transgénicos.