Las cámaras de “El escarabajo verde” se han trasladado hasta las islas de Lanzarote y Fuerteventura, lugares predilectos por el turismo de sol y playa, donde es fácil visualizar el alcance del problema. Estas islas son un ejemplo, uno más, ya que en el resto de costas del país y del planeta, nuestros mares y océanos han mutado hasta convertirse en una auténtica, deplorable y peligrosa “Sopa de plástico”.