Lo que nunca se imaginó Kaleil Isaza Tuzman cuando abandonó en 1998 su bien remunerado trabajo en Goldman Sachs para crear su propia empresa de Internet es que el mayor éxito que lograría con GovWorks.com iba a ser un documental que cuenta el auge y caída de la puntocom que fundó junto a su amigo Tom Herman.
GovWorks.com pretendía convertirse en el portal de referencia de EE.UU. para gestionar cualquier papeleo entre los ayuntamientos y los ciudadanos. Y por un momento lo fue.
En poco más de un año, el equipo fundador logró 60 millones de dólares de los fondos de capital riesgo más importantes del país y, de pronto, saltaron a la portada de las publicaciones financieras más prestigiosas. En noviembre de 2000, GovWorks contaba con una plantilla de 250 trabajadores, cuando en octubre del año anterior eran sólo 50 empleados. Pero el éxito fue efímero, y GovWorks.com no superó el pinchazo de la burbuja.
Jehane Noujaim, una compañera de curso de Kaleil, grabó con una cámara durante dos años todos los pasos de su atareado amigo. Su intención era realizar un trabajo para una escuela de negocios, pero la cinta acabó convirtiéndose en una película. Startup.com, que se acaba de estrenar en España y logró el premio al mejor documental en el festival independiente de Sundance, muestra con la misma técnica de Gran Hermano pero con la calidad del cinema verité, la euforia de la nueva economía.
Kaleil, que posteriormente fundó Recognition Group para asesorar a empresas en situaciones de crisis, admite que no le gusta lo que ve en la película. ‘Perdí la perspectiva y el equilibrio. Lo único importante era sacar adelante la empresa. Cometí muchos errores de juicio’. Y en esta dedicación no dudó en enviar la carta de despido a su socio y amigo desde el instituto cuando el consejo de administración se lo exigió. ‘Estábamos sometidos a una gran presión por parte de nuestros inversores’, recuerda.
‘Lo más difícil fue conseguir los 10 primeros millones. Después, el consejo no te dejaba rechazar ninguna nueva inversión. Había que aceptarla, pues si no lo haría otra puntocom de la competencia. Y para justificar esa nueva inyección de dinero había que seguir creciendo’, explica Kaleil. El mayor error de aquellos tiempos, en opinión de este emprendedor, fue precisamente el crecer a toda costa y tener siempre una perspectiva a corto plazo. ‘Las grandes ideas se hacen en cinco o 10 años y no en seis meses’, crítica.
Kaleil no cree que exista un único culpable de la burbuja puntocom, pero considera que muchos de los inversores, que participaban activamente en la gestión de estas empresas, se han lavado las manos a posteriori en los tiempos difíciles.
GovWorks se vendió por 10 millones de dólares en 2001 y hoy, especializada en el pago de multas, factura 75 millones de dólares anuales.
http://www.youtube.com/watch?v=d-BgwOhNPh4