“The New Rulers Of The World”, analiza la nueva economía global y revela que las divisiones entre los ricos y los pobres nunca han sido mayores -dos tercios de los niños del mundo viven en la pobreza- y el abismo se ensancha como nunca antes lo había hecho.
La película pone el centro de atención en los nuevos gobernantes del mundo: las grandes multinacionales, los gobiernos y las instituciones que los respaldan, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, bajo cuyas reglas millones de personas en todo el mundo pierden sus puestos de trabajo y sustento.
Occidente, explica Pilger, ha aumentado su dominio sobre los países pobres mediante el uso de la fuerza de estas poderosas instituciones financieras para controlar sus economías. “Un pequeño grupo de individuos poderosos es ahora más rico que la mayoría de la población de África”, afirma, “sólo 200 grandes corporaciones dominan la cuarta parte de la actividad económica mundial. General Motors es ahora más grande que Dinamarca. Ford es más grande que Sudáfrica”. Los enormemente ricos como Bill Gates, tienen una riqueza superior a toda África. Al golfista Tiger Woods se le paga más por promocionar Nike que al conjunto de toda la fuerza de trabajo que de hecho elabora los productos de la compañía en Indonesia”.
Para examinar los verdaderos efectos de la globalización, Pilger viaja a Indonesia -un país descrito por el Banco Mundial como un ‘alumno modelo’ hasta que su globalizada economía se derrumbó en 1998- donde las marcas de alto prestigio, tales como Nike, Adidas, GAP o Reebok producen en masa por medio de mano de obra barata en “talleres de explotación” para luego vender los productos por hasta 250 veces la cantidad recibida por los trabajadores.
“The New Rulers Of The World” es una colisión de dos de los temas constantes de Pilger: el imperialismo y la injusticia de la pobreza. Observa el paralelo entre la globalización de hoy en día y el imperialismo del viejo mundo. “No hay diferencia entre la intervención tan despiadada del capital internacional en los mercados extranjeros en estos días que la que hubo en los viejos tiempos, cuando estaban respaldados por cañones”, dice Pilger.
“Gran parte de mi visión global ha llegado a través de años de observar cómo funciona el imperialismo y la forma en que el mundo se divide entre ricos, que se hacen más ricos, y pobres, que se hacen más pobres, con los ricos haciéndose más ricos a las espaldas de los pobres”.