El viaje comienza en Sidi Bou Said, población al norte de Túnez capital donde el sol del atardecer congrega a todos los visitantes que llegan a esta tierra como si fuera un símbolo. Después, el itinerario a lo largo del país conduce desde Túnez capital, una ciudad moderna que vive a ritmo occidental, hasta los paisajes del Gran Sur, la tierra de los antiguos bereberes, donde, poco a poco, el suelo va cubriéndose de arena antes de llegar al Sahara.
Los hombres que cosechan los dátiles, los ancianos nómadas del desierto, o los pescadores de pulpos, entre otros, son los personajes que conocemos durante el recorrido.
Siguiendo la ruta, la isla de Djerba y las impresionantes ciudades romanas son otras escalas del viaje. Y, al final, una sorpresa: el norte tunecino, una tierra verde y batida por el mar que completa con su colorido el mosaico del paisaje tunecino.