Durante millones de años Australia ha permanecido aislada del resto de masas continentales covirtiéndose en el refugio de una fauna única, un mundo animal desligado del resto que rompe con los patrones de la zoología vigentes en otras masas terrestres.
Observaremos el éxito evolutivo de los marsupiales para descubrir su prodigiosa capacidad adaptativa, tanto a las praderas y herbazales como a las zonas boscosas, donde residen numerosas especies arborícoras. Tras la caída del sol, seremos testigos de la intensa vida nocturna de estos animales, herencia de una época remota en la que competían con los saurios por sobrevivir.
Profundizando en este duelo evolutivo visitaremos las selvas sudafricanas. Allí, tras observar a euterios y marsupiales, corroboraremos la hipótesis que afirma la importancia de la capacidad craneal frente al modo de gestación de las crías. Canguros, koalas, wonbats, valabíes y gatos nativos serán los protagonistas de este acercamiento a los marsupiales.
Pero Australia también nos sorprenderá con otras especies que desafían a toda lógica: aves que alcanzan los dos metros de altura y cuyo macho se encarga de la incubación; peces que han desarrollado pulmones; varanos de lengua azulada; o mamíferos capaces de poner huevos, como el ornitorrinco o el equidna.